ÍNDICE DE MATERIAS
- Llevas cuatro años en la empresa y has llegado al puesto de Senior International Commodity Trader. Pero retrocedamos al principio. ¿Qué experiencias te moldearon antes de que pensaras siquiera en dedicarte al trading?
- Y entonces, tras terminar la carrera, entraste en la empresa como asistente de ventas. ¿Qué sabías sobre la empresa y sobre el comercio?
- Dices que el trabajo te aterrorizaba. Entonces, ¿qué te llevó no solo a quedarte, sino a dar un paso más y convertirte tú misma en trader?
- ¿Qué fue lo más difícil en esta transformación de asistente, que apoyaba los procesos, a comercial, que tiene que captar clientes por su cuenta?
- El trading se percibe a menudo como un entorno dominado por los hombres. Como mujer, ¿cómo te sientes en este papel?
- Toda carrera profesional tiene sus puntos de inflexión. ¿Qué éxito profesional consideras más significativo hasta ahora y por qué?
- Alcanzar ese objetivo requirió una gran determinación. ¿Qué rasgos de tu personalidad y habilidades consideras fundamentales en este camino?
- Por último, ¿qué consejo darías a una persona, y en especial a una mujer joven, que sueña con dedicarse al trading?
Hace cuatro años, entró en un mundo del que no sabía absolutamente nada. Hoy se siente como pez en el agua. Veronika, Senior International Commodity Trader en Foodcom S.A., nos cuenta su extraordinaria trayectoria: desde sus inicios inciertos como asistente, pasando por una conversación clave con su jefe, hasta alcanzar su objetivo soñado y demostrarse a sí misma que nada es imposible.
Llevas cuatro años en la empresa y has llegado al puesto de Senior International Commodity Trader. Pero retrocedamos al principio. ¿Qué experiencias te moldearon antes de que pensaras siquiera en dedicarte al trading?
Desde pequeña supe que quería trabajar en el mundo de los negocios y estar en contacto con la gente, por lo que terminé mis estudios de grado y máster en gestión en Polonia. Durante mis estudios, trabajé ocasionalmente en una agencia de eventos, donde sentí por primera vez que me gustaba el contacto con los clientes, establecer relaciones e incluso trabajar bajo presión, lo que me daba un impulso adicional para actuar. Después de la universidad, decidí que era hora de buscar un trabajo «normal» en una oficina y así es como llegué a Foodcom.
Y entonces, tras terminar la carrera, entraste en la empresa como asistente de ventas. ¿Qué sabías sobre la empresa y sobre el comercio?
¡Absolutamente nada! Envié mi CV, pero la descripción de la empresa en Internet no me decía nada. No sabía qué era el comercio, a qué se dedicaban esas personas, qué vendían. Fui a la entrevista a ciegas, me aceptaron y así comenzó mi aventura. Al principio, apoyaba a dos traders de alto nivel, ya veteranos, y, sinceramente, estaba aterrada. No entendía su trabajo, los nombres de los productos, los procesos. Al principio fue muy, muy difícil.
Dices que el trabajo te aterrorizaba. Entonces, ¿qué te llevó no solo a quedarte, sino a dar un paso más y convertirte tú misma en trader?
Con el tiempo, empecé a familiarizarme con ese mundo. Poco a poco, aprendí sobre los productos, los temas, cómo hablar con los clientes y qué documentos se necesitaban. Y, de repente, me gustó mucho. Empecé a pensar que quizá podría intentarlo yo misma. El verdadero impulso fue una conversación con mi jefe, que un día me dijo directamente que tenía que empezar a trabajar por mi cuenta y seguir desarrollándome. Me arriesgué.
¿Qué fue lo más difícil en esta transformación de asistente, que apoyaba los procesos, a comercial, que tiene que captar clientes por su cuenta?
Tenía mucho miedo. Como asistente de ventas, ya sabía cómo guiar al cliente a lo largo de todo el proceso del contrato. Sin embargo, no tenía ni idea de dónde conseguir esos clientes, cómo captarlos, qué decirles al principio, cómo presentarme. Ese primer paso fue el más difícil y estresante. Pero una vez que empecé, todo fue sobre ruedas. El comienzo es lo peor, después todo fluye con naturalidad.
El trading se percibe a menudo como un entorno dominado por los hombres. Como mujer, ¿cómo te sientes en este papel?
Me siento como pez en el agua, pero no voy a negar que hay que tener un poco de «pelotas» para trabajar aquí. Es un trabajo estresante, que exige tomar decisiones rápidas y firmes. Creo que, como mujeres, tratamos a los clientes con más cuidado, intentamos mimarlos. Siempre intento encontrar una solución en la que ambas partes salgan ganando, en lugar de limitarme a competir. Esto fomenta las relaciones duraderas y hace que los clientes vuelvan.
Toda carrera profesional tiene sus puntos de inflexión. ¿Qué éxito profesional consideras más significativo hasta ahora y por qué?
Sin duda, el momento en que ascendí a senior. Superar esa cifra mágica que me abrió el camino al siguiente nivel fue increíblemente satisfactorio. Era mi principal objetivo para el año anterior. Llevaba mucho tiempo persiguiéndolo, no porque fuera mi sueño, sino porque quería demostrarme a mí misma que podía y era capaz.
Alcanzar ese objetivo requirió una gran determinación. ¿Qué rasgos de tu personalidad y habilidades consideras fundamentales en este camino?
Ante todo, soy una persona muy responsable. Cuando empiezo algo, tengo que terminarlo y no lo dejo a medias. Además, me gusta tenerlo todo organizado, no soy caótica. Esa disciplina y organización me ayudan mucho. Pero la cualidad más importante en el trading es la capacidad de no rendirse. Incluso cuando algo sale mal, hay que analizar la situación con calma y seguir adelante, porque siempre se encuentra una solución.
Por último, ¿qué consejo darías a una persona, y en especial a una mujer joven, que sueña con dedicarse al trading?
Nunca se rindan. Mantengan siempre esa pasión y fe en sus propias fuerzas. El trading es una especie de juego: simplemente tienen que disfrutar jugando, sentir satisfacción al cerrar nuevas transacciones y seguir adelante con la cabeza alta.