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Adam Carecci es un ejemplo de persona que, gracias a su constancia y su capacidad para establecer relaciones, ha alcanzado un éxito notable en el comercio internacional de mercancías. Se incorporó a Foodcom S.A. hace menos de tres años como junior. Hoy en día, desempeña el cargo de pack leader, siendo responsable tanto del desarrollo de su propio negocio como de apoyar a otros en su trayectoria profesional.
Los primeros retos
Cuando comenzó a trabajar en Foodcom S.A., Adam no tenía experiencia previa en ventas, y el ritmo de aprendizaje desde el primer día fue muy intenso y requirió toda su concentración.
«La cantidad de información nueva era enorme, así que enseguida desarrollé mi propio sistema de aprendizaje. Fue el trabajo más intenso que he realizado hasta ahora».
Desde los primeros días, se enfrentó a pruebas y tareas encomendadas por compañeros más experimentados. Lo que al principio podía parecer un reto, rápidamente se convirtió en una forma de desarrollarse rápidamente y construir una base sólida en el trabajo.
Primeros pasos en Foodcom S.A.
El punto de inflexión se produjo con las primeras conversaciones telefónicas y los intentos de establecer relaciones comerciales.
«Lo que más satisfacción me proporcionaba eran las llamadas telefónicas, cuando no solo conseguía cerrar las primeras transacciones, sino también establecer relaciones con los clientes y entablar nuevos contactos comerciales con otros operadores».
Desde el principio fue responsable del mercado italiano, abarcando una amplia gama de productos. Compensó su falta de experiencia con su disposición a aprender y su flexibilidad. Rápidamente comprendió que el verdadero crecimiento no proviene de las ventas fortuitas, sino de la construcción de relaciones duraderas.
El camino de junior a senior
El ascenso de Adam no fue inmediato. Tardó más de un mes en cerrar su primera transacción y le llevó muchas semanas de trabajo conseguir resultados estables.
«Me llevó mucho tiempo pasar de unos resultados mínimos a un nivel estable que me permitiera pensar en un ascenso. Lo más importante era comprender con quién quería trabajar regularmente y en qué valía la pena invertir mi tiempo».
Todo el proceso se prolongó durante casi dos años. Fue un tiempo de aprendizaje del mercado, de organización del propio trabajo y de construcción constante de relaciones con los clientes. Solo entonces Adam ascendió al puesto de senior y ganó espacio para seguir desarrollándose.
Especialización en el mercado del cacao
Una de las etapas más importantes en la carrera de Adam fue su entrada en el mercado del cacao. En un periodo de auge y aumento de los precios del cacao, aprovechó eficazmente el momento favorable para desarrollar las relaciones con los clientes y establecer nuevos contactos comerciales.
Gracias a ello, el negocio no solo sobrevivió, sino que también se desarrolló a pesar de los posteriores cambios en las condiciones del mercado. El trabajo eficaz de Adam y el establecimiento de relaciones con los clientes le permitieron ascender al puesto de subdirector del área relacionada con el cacao, y su papel en Foodcom S.A. se amplió considerablemente.
Los retos diarios que forjan el carácter
Adam destaca que en su trayectoria profesional no ha tenido momentos de duda, pero que los obstáculos aparecían casi a diario. Las reclamaciones, los retrasos o las negociaciones difíciles son algo cotidiano, pero él no los considera obstáculos, sino parte del entorno empresarial.
«Lo más importante es calcular con frialdad y seguir adelante. Siempre hay que tener muchos clientes y diferentes transacciones. Si un proyecto se detiene, otros siguen adelante. Gracias a ello, los problemas no paralizan las acciones futuras».
Su lección profesional más importante es la convicción de que hay que tener objetivos concretos, no sueños. Son ellos los que marcan el rumbo y motivan a actuar.
Nueva función: líder de grupo
Asumir la función de líder de equipo fue otro paso importante. Suponía una mayor responsabilidad y la necesidad de organizar aún mejor el trabajo.
«Como líder, hay que respetar aún más el tiempo y organizarse bien. Si se dirige al equipo de la manera adecuada, todos salen ganando, ya que se crean relaciones comerciales comunes y tanto el líder como los miembros del equipo desarrollan sus negocios».
Adam orienta a los miembros de su equipo hacia las acciones adecuadas, les apoya en la toma de decisiones y en la construcción de relaciones con los clientes. Gracias a ello, el desarrollo individual va de la mano con el desarrollo de todo el grupo.
Los valores que dan forma a su estilo de trabajo
Adam destaca que la base del trabajo en Foodcom S.A. es la perseverancia y la resistencia mental.
«Al principio puede resultar difícil y es fácil frustrarse, pero lo más importante es dar el 100 % de uno mismo. No existe el «no puedo». Siempre hay que encontrar una solución».
Para él, es igualmente importante cuidarse, tanto física como mentalmente. Considera que el equilibrio vital y un estilo de vida saludable son esenciales para poder dar lo mejor de uno mismo en un entorno empresarial exigente.
Lecciones para el futuro
Cuando se le pregunta por la lección profesional más importante, Adam destaca:
«Lo más importante es buscar siempre soluciones. Los problemas surgen todos los días, pero no hay que permitir que frenen el desarrollo».
Aunque no revela detalles sobre sus planes, deja claro que su ambición es seguir creciendo a una escala cada vez mayor.
Inspiración para futuros empleados
La historia de Adam también es una inspiración para quienes están empezando su carrera profesional. Demuestra que el éxito en Foodcom S.A. es posible para cualquiera que tenga la actitud adecuada, sea capaz de aprender y no tema los retos.
Cuídate y da lo mejor de ti mismo. Este es un trabajo para personas que creen que todo es posible. Si tienes esta actitud y estás dispuesto a dar el 100 %, tienes la oportunidad de crecer enormemente